jueves, 12 de diciembre de 2024

 La última noche de todos los hijos de Gloria Pardo

La memoria, caprichosa y tierna, comienza a desdibujarse, pero nunca olvida lo esencial: las sonrisas, los abrazos, los besos y las caricias que nuestra madre compartió con sus hijos y nietos. Aquel 7 de diciembre nos reunió en Bogotá, como si el destino supiera que aquella sería una noche especial. Luis Arturo llegó con Angélica, Juliana y Daniela Viña Tovar. Yo estaba con mis tres hijos, Rafael con los suyos y Manuel Darío con su esposa. Éramos el reflejo vivo del amor de mamá, unidos por sus brazos que siempre supieron cobijarnos.  

Las tradiciones tienen raíces profundas, y esa noche nos subimos en la camioneta de mi hermano, la misma que en Ibagué transportaba niños, para recorrer los parques del norte de Bogotá: Virreyes, la 93, Santa Bárbara… Cada espacio brillaba con luces mágicas que parecían susurrar recuerdos. Entre risas y fotografías, inmortalizamos momentos que, sin saberlo, serían los últimos bajo la mirada amorosa de nuestra madre.  

Catorce años después, ese recuerdo regresa a mi mente con la fuerza de lo eterno. Pienso en el día en que Tutu me ofreció su hogar para que mi hija mayor, Gloria Nathaly, pudiera regresar a Ibagué y terminar su carrera de Derecho. Era su forma de amar: silenciosa, práctica, generosa. Extraño esos abrazos solidarios, esos gestos que decían más que mil palabras, poque nunca le asustó el rugir del tigre.  

Esa noche, al terminar nuestro recorrido, encendimos velitas de colores. Cada una tenía un nombre, un propósito, un agradecimiento. Eran pequeños altares de luz para celebrar lo logrado y pedir por el año venidero. Ninguno imaginó que la guerra, con su dureza infinita, nos dejaría incompletos. Pero incluso en el dolor, supimos encontrar consuelo en la sabiduría de nuestra madre, que siempre nos enseñó a transformar la pérdida en amor.  

Cada 7 de diciembre, enciendo una vela Tutu, por ella. Agradezco su generosidad, su alegría y la luz que sembró en nuestras vidas. Acompaño su memoria con tres velas más, dedicadas a Angélica, Juliana y Daniela. Y mientras las llamas bailan, siento que su espíritu sigue encendido en mi corazón, iluminando los rincones más oscuros de la ausencia.  

Para algunos, este ritual puede parecer insignificante, pero en el mundo espiritual es un acto de amor puro. Es un momento mágico donde no solo agradecemos lo recibido, sino que recordamos a quienes, aunque ausentes, nos acompañan desde la eternidad.  

Extraño cuando las velas se fundían en una sola, creando formas que mi madre interpretaba con ojos llenos de esperanza. Para ella, esas figuras eran revelaciones del porvenir, mensajes de un universo que nunca deja de soñar. Tal vez era una ilusión, pero en el fondo, ¿no es la esperanza también una forma de realidad?  

Que las velas del amor y la esperanza se enciendan en todos los hogares. Que el recuerdo de quienes partieron siga vivo en nuestras almas, porque la eternidad no es más que eso: mantener la memoria de quienes amamos y dejaron una huella imborrable en nuestros corazones.

lunes, 19 de agosto de 2024

Los 50 años de Adriana y la casa de Interlaken

Los que nos fuimos con la excusa de los 50 de la prima

El cumpleaños de la prima Adriana fue la excusa perfecta para que esa primera generación de primos decidiera viajar a Panamá y celebrar juntos sus 50 años de vida. Dos semanas después, los recuerdos del viaje resuenan en mi memoria, evocando aquellos primeros años donde la casa de la abuela materna fue testigo de nuestras travesuras infantiles.

La casa de Interlaken era tan grande que, cuando la vendieron, su terreno se convirtió en una clínica. Nunca entré en esa nueva edificación; preferí quedarme con los recuerdos del jardín interior que los sábados regábamos mi hermano mayor y yo, bajo la supervisión de la abuela Inés. Desmalezábamos las diferentes plantas, recorriendo ese verde que nos llevaba hasta un "Rincón Santo", así llamado por el tío mayor, quizá porque en esa biblioteca nos esperaban más de 500 escritores de todo el mundo.


Los nietos, bisnietos y tataranietos de doña Inés, 2018

Regreso a esos sábados con la abuela. Cada nieto que llegaba debía ayudar no solo con el riego de las matas, sino también a recoger los aguacates que caían del árbol vecino, para luego ser parte de alguna de nuestras comidas familiares.

En la puerta del jardín estaba el acuario con peces de colores vivos como el naranja y el azul, junto a la famosa “cucha” de color café que ayudaba a limpiar el vidrio. Sabíamos que el primer sábado de cada mes debíamos disponer nuestro tiempo para dejarlo como un espejo, como decía la abuela, la casa de los peces que nos acompañaban.

Primera comunión de Tutu y Oscar con los primos Carlos, Adriana y Pablo Andrés

Éramos tan pequeños que para realizar esa tarea traíamos una butaca, y con una red verde sacábamos uno por uno a los peces, con la mayor delicadeza, conscientes de que sus vidas estaban en nuestras manos. Cualquier descuido podría ser fatal.

Al final, todo era una fiesta. Con el acuario limpio, la manguera tomaba vida propia y terminábamos empapados, corriendo por las lajas del gran jardín, mientras más de cinco primos disfrutábamos de la grandeza de la casa de Interlaken. Así eran las mañanas de los sábados.

El almuerzo se servía en el comedor principal, con sus 12 puestos ocupados por los tíos, abuelos e invitados que nunca faltaban. A nosotros, generalmente, nos tocaba en la cocina, un espacio más grande que muchos apartamentos actuales. Todos subidos en el gran mesón, comíamos en gavilla, reíamos de las travesuras del día y nos preparábamos para las tareas que la abuela nos tenía dispuestas para la tarde.

En la primera comunión de Adriana

Si le preguntaran a los primeros 20 nietos quién no tuvo que lavar las más de 2,000 miniaturas de la abuela que reposaban en vitrinas de cristal, todos responderíamos al unísono que sí nos tocó, y con crema de cobre debíamos dejar como espejos las figuras de bronce que adornaban el bar y las dos salas, especialmente. Esa era la tarea de las tardes, supervisada por la abuela, quien a veces nos contaba las historias de Scheherazade en "Las mil y una noches".

Eran tiempos en los que solo había un televisor y, como mucho, tres canales. La democracia para decidir qué ver la ejercían los mayores, y nosotros éramos meros espectadores de las diferentes series. Aunque los sábados por la mañana, antes de levantarnos, podíamos ver nuestra seguidilla de programas como "Grandes Héroes de la Biblia", "Pequeños Gigantes" y "Los Súper Amigos".

El abuelo nunca veía televisión de frente. Se acostaba en un sofá con cojines blancos, dándole la espalda a la pantalla, que ya mostraba colores pálidos. A través de un espejo ovalado con un marco estilo Luis XV, miraba las noticias, o quizás contemplaba a la abuela, que se sentaba en la reclinomatic. Nadie podía hablar en esos momentos, solo escuchar, incluso sus propios hijos. Era el momento de enterarnos de la realidad nacional, para luego comentar las noticias durante los comerciales.

El alboroto de los nietos nunca fue un problema; uno a uno nos íbamos a otros espacios, como el jardín exterior para jugar con el balón, o al patio donde se secaba la ropa. En una ocasión, en uno de esos cuartos que servían de bodega para los colchones del almacén de muebles "La Gloria y la Feria del Mueble", imaginamos que era una gran piscina. Al final, salimos tiznados de esa pileta de espumas donde el plástico protegía los colchones de 140 x 190.

Parte del jardín exterior de la casa de Interlaken

En cada ola de ese mar del Pacífico, recordábamos anécdotas. Eran tiempos en los que el vestuario de todos los tíos estaba a nuestra disposición, incluyendo los trajes de gala plisados guardados en medias de mujer, que también formaban parte de nuestras tardes o noches de presentación familiar.

La hermana de la abuela era actriz de televisión; la bisabuela, trapecista en el circo de Atalaye; y la abuela fue cantante antes de emprender la titánica tarea de traer 10 hijos al mundo. Los tíos eran todos aventureros, sin importar el género, lo que explica que las mujeres de la familia tengan ese sello de libertad en su ADN.

En fechas especiales como cumpleaños o novenas, los primos nos reuníamos para emular a los tíos. Los dos mayores representaban al dueto Los Tolimenses; las hermanas cantaban magistralmente las canciones de la época; y nosotros actuábamos, primero con las obras de la tía abuela Sofía, y luego, con pura espontaneidad.

Así fueron sumándose los nuevos primos, y aunque se podía actuar en bloque, las camadas por edad iban perfeccionando el arte del histrionismo en nuevas propuestas que siempre captaban la atención de los mayores, cuyo aplauso alimentaba nuestro ego.

En el centro de la casa había un lago artificial de 6 x 6 metros y 30 centímetros de profundidad, con dos pequeñas islas para los rosales del abuelo, un hongo-lámpara y siete enanos. Solo a finales de año se vaciaba para construir el pesebre, otra fiesta de integración inolvidable para quienes tuvimos la oportunidad de construir los barrios de Belén o el establo donde nacería Jesús.

El abuelo había plantado un rosal en el jardín exterior, al lado de la ventana del cuarto de las tías. "Sus espinas no las dejarán salir a los bailes", decía Cirineo, pero ellas, con la destreza heredada de la bisabuela, eran como contorsionistas: salían y entraban por esa ventana sin dejar rastro de las espinas, salvo el olor de las rosas en primavera.

Lo curioso de los rosales del lago es que, tras la muerte del abuelo el 4 de diciembre de 1979, las rosas rojas parecieron desaparecer, como si las hubieran colocado en las coronas que acompañaron su cuerpo, pues nunca volvieron a florecer. Aunque el abuelo no era muy aficionado a regar los rosales, sabía que su jardín mayor, nutrido desde el amor, siempre daba buenos frutos.

La abuela Inés y mi madre, Gloria

La casa de Interlaken permanecerá siempre en mi memoria. Mi madre, Gloria, la viuda rebelde, sabía que salir a divertirse con sus compañeros luego implicaría un sermón como el de las Siete Palabras. Un espejo estratégicamente ubicado en el corredor nos permitía apreciar las charlas entre el abuelo, la abuela y mi mamá. Y cuando hacíamos alboroto junto con las tías menores, el abuelo levantaba la mirada y todos corríamos despavoridos a los cuartos.

Fueron tantas las anécdotas contadas por los siete miembros de la tercera generación reunidos en Panamá que el cumpleaños de Adriana se convirtió en la excusa perfecta para divertirnos, recordar a los abuelos, a los tíos y a los demás primos, con la promesa de seguir aventurándonos, sumando a otros primos; contemplando el mar y trayendo a la memoria nuevas historias de nuestras aventuras en Interlaken. Porque siempre habrá olas, y en la frágil memoria encontraremos nuevos recuerdos que nos permitirán reafirmar que somos parte de la fuerza de una familia, los Pardo.

jueves, 1 de julio de 2021

La magia del verbo o el poder de las letras

Este texto me lo regaló mi madre hace muchos años, una hoja suelta que guardaba en el archivador y desempolvo en estos momentos. 

Evangelio de San Juan

En el principio era el verbo y el verbo era Dios.

Se dice que, en tiempos antiguos, existió una palabra mágica que otorgaba al hombre poderes extraordinarios. Al pronunciarla, podía realizar prodigios: volverse invisible, obtener una alfombra voladora para viajar a lugares distantes, sanar enfermedades, multiplicar sus fuerzas, descubrir lo oculto y conseguir todo aquello que deseaba su corazón. Sin embargo, con el paso del tiempo, el hombre olvidó cómo invocar esa palabra. La codicia lo llevó a olvidar el propósito noble de aquel don, perdiendo así la conexión con ese poder ancestral.



Esta palabra se llama hoy LA PALABRA PERDIDA

Sin embargo, existen hasta hoy seres humanos que dominan las serpientes, que curan enfermos, ayudan a los desanimados. Esto nos demuestra que el cuento de las Mil y una noches era una verdad. Hoy nos  detenemos a mirar la letra número 20,  la R, que simboliza la resurrección después de la transmutación, el despertar del espíritu. Representa la claridad que ilumina cada ser. 

La vocalización de la R con las demás vocales produce en el hombre ciertas energías, despierta ciertas facultades latentes. 

RA: Es el llamado el padre 
RE: Genera entusiasmo.
RI:  Docilidad. 
RO: Intuición 
RU: Penetración Psíquica. 

La pose de la forma R de tener sobre el pie izquierdo y la mano derecha en forma de triángulo sobre la cintura y el pie derecho y formando un ángulo.
 
Aspirar retener y exhalar vocalizando RA, RE, RI, RO, RU

En magia genera el poder taumatúrgico, o la acción inmediata de la voluntad sobre los cuerpos, o la acción invisiblemente ejercida.

El mago ejerce su voluntad positiva. Beneficia sobre los demás voluntades inteligencia respectivamente, o en un tiempo determinado y es capaz de resoluciones y y paralizar las más violentas pasiones; pero este poder es adquirido porque a él no le importa la estabilidad de su fortuna o su estabilidad, está siempre erguido ante el dolor y el placer. 

Está convencido de que Dios acciona en sus obras y que dispone igualmente de la omnipotencia divina. El mago que ha llegado a no ambicionar nada y a no tener nada es el dueño de todo y cuando dice yo quiero es el mismo Dios quien quiere. 

Nada resisten los dos mundos visibles e invisibles a una voluntad razonable y libre pues todo cuanto ordena se realiza.



martes, 17 de septiembre de 2019

Informe gestión 2018

En esta oportunidad publicamos el informe consolidado de las acciones ejecutorias en el 2018 por parte de la Fundación de la Mano Tu y Yo.

Estas además pueden ser consultadas en la página oficial de nuestra fundación www.delamanotuyyo.com

Agradecemos de antemano la lectura de los mismos













miércoles, 20 de febrero de 2019

La magia de mi madre



Al nacer el contacto con mi madre paso al plano terrenal. Nos unía el cordón umbilical, y de manera universal el cordón astral, que algunos conocen como el cordón de plata. Gloria siempre decía que uno en el cielo escoge los padres que quiere en este plano. Saben cuánto tiempo van a estar contigo, qué enseñanzas y aprendizajes van a tener de ti. pero toda esa información se pierde cuando cortan el cordón umbilical. 

Parte de la depresión post parto se produce precisamente porque se pierde esa información astral que conduce al reconocimiento de estos dos seres en diferentes vidas, que se suman a los cambios hormonales, producto del desembarazo.  

Algunos dirán y qué pasa con las que no son buenas madres?. Las mamás biológicas siempre estarán conectadas con los hijos biológicos y a pesar de encontrarse con situaciones díficiles, casos únicos donde existe el abandono, o por múltiples circunstancias son malas mamás de acuerdo a la categoría que queramos asumir en nuestros calificativos, o porque se suicidan, debemos recordar que nosotros decidimos antes de nacer que esa sería nuestra mamá. 

No tiene lógica, lo sé. Pero cada vez que nacemos aprendemos nuevas cosas, y las que no aprendimos o decidimos por nuestro libre albedrío no aprender, debemos repetir el ciclo. Por eso el cordón astral te permite en un momento determinado que rol dentro de tus vidas secuenciales debes tener. No siempre somos hijos, a veces somos la pareja, el tío, el papá, la mamá. Todo cambia en la medida que aumentes tu vibración espiritual. 

El cordón astral es universal, puedo yo tener tantos lazos astrales o de plata dependiendo de mi estado de conciencia. No es fácil lograr ese estado de conciencia. porque se requiere de una alimentación desde niño de esos planos que permita reconocerse rápidamente en el aquí y ahora y TRASCENDER de acuerdo a su cosmología de vidas pasadas. 

Con la muerte de mi madre hace ya tres años  le dije a mi abuela que el cordón umbilical seguía vivo gracias a ella. Pero si ella se va primero que yo, ese vínculo acaba ahí. No es extraño entonces que cuando una mamá grande o abuela, o nona mueren, las familias terminan desintegrándose. No hemos entendido la importancia de ese cordón que se fortalece en el amor de ella hacia sus hijos. Recordemos que el amor más grande es hacia DIOS y pese a que el segundo amor en su importancia es hacia uno mismo, muchas madres cambian el orden y ponen primero a sus hijos para la vida. 

Los lazos que formas a partir del cordón de plata es infinito, cada vez se engrosa más y más siempre y cuando tengamos conciencia.  Pero también puede desvanecerse, en el momento en que no cuidamos y alimentamos nuestro espíritu. No podemos pretender que la gasolina que mueve todo mis ser sigue vivo cuando no ayudamos en ese proceso desde los pequeños actos que llamamos amor, bondad, gratitud, perdón, por nombrar algunos. 

Surge entonces la inquietud sobre el rol del padre y su comunión con los hijos. La selección el papá que escogimos antes de nacer te permitirá en otras vidas fortalecer ese vínculo que es netamente astral. El cordón de plata Depende de nosotros, no de nuestros padres. En este rol, debemos trabajar por manejar desde el amor la posibilidad de brindasr a nuesros hijos la mayor independencia posible. En estos tiempos ocurre lo contrario. Nos estamos volviendo esclavos d enuesros hijos y es tanta la protección que buscamos hacia ellos que confundimos es proceso espiritual donde deben crecer desde el amor infinito que puedas brindarle a ese hijo
Algunos dirán, pero en nuestra sociedad los padres cumplen aun ese rol de dadores desde lo económico y no desde lo espiritual. Estoy de acuerdo. Por eso el trascender también parte de nosotros en estado conciente. El papá debe hacer un trabajo excepcional en los primeros 5 años de vida de ese niño para que pueda unir su cordón de plata con el de su hijo y a su vez con los de su linaje. Recordemos que los hijos tienen mayor vinculo espiritual con sus mamás y por ende con su entorno familiar. 

Dicen los entendidos que el cordón de plata es una masa de moleculas que vibra a una velocidad altisima. Y creen que es solo cuando salimos del cuerpo y hacemos viajes a otros lugares, inclusive otras dimensiones. Yo creo que no. Recordemos la axiologia de una neurona. Todas estan interconectadas y por muy débil que sea esa comunicación en algún momento puede ser la definitiva para seguir creciendo desde el plano espiritual.

Eso se logra es a través del amor. Un padre presente en las decisiones de los hijos desde temparana edad, le permite a este tomar determinaciones únicas y sin remordimientos, así se equivoque.  No se trata entonces del resplado familiar, sino de la convicción espiritual. En el error también crecemos siempre y cuando valores como el rencor o el odio no se apooderen del momento vivido. 

Esa misma dinámica que ocurre con el padre, se paraleliza con los padres adoptivos. El amor es la fuente de la vida en todos los planos. Al entregarlo todo sin esperar nada a cambio tenemos la posibilidad de unir ese lazo umbilical con el de plata y hacer que empecemos a caminar por una nueva apuesta en diferentes vidas. Los padres biológicos permitieron entonces desde su papel que nosotros trascendieramos. Necesitabamos ese agente que permitiera ese encuentro con las personas a las que hemos llegado y que empiezan a formar esa nueva vida en tres posibilidades diferentes. 

La primera de ella, el decirle adiós a esas vidas pasadas, terminar con un ciclo, como cuando el péndulo deja de oscilar y requiere de un nuevo punto de anclaje. El segundo, la simbiosis de las dos familias, donde somos nosotros de manera inconciente los que cumplimos el papel determinante de empezar ese nuevo ciclo de vida infinita. La tercera tiene que ver un estado de transición donde rompemos con la anterior familia y su entorno y nos tomamos un tiempo para seleccionar un nuevo camino de aprendizaje, dejando atrás esa vida y padres que están con nosotros.

Al momento de morir, esta en nosotros elegir que queremos. Si lloramos mucho a la mamá, la gran maestra, o papá, nos quedaremos en el plano del cordón umbilical, es decir en el plano terrenal. Por eso se necesita de la meditación guiada donde puedas recordar tus seres queridos no desde la tristeza, sino desde la alegría que genera todo lo que se aprendió en su tiempo, en su momento, en el aquí y el ahora. El apego es de perdedores y será parte de una nueva historia. 

Cuando nos casamos, o nos unimos, ocurre un milagro universal. Los padres dicen en el sermón de cualquier manifestación ideológica. Lo que Dios ha unido que nadie lo separe. Se refiere a esa trenza donde están los esposos y Dios, o el maestro. No importa el nombre. Algunos dicen que es solo el amor. 

El cordón de plata como lo hemos manifestado parte de el encuentro de las almas en diferentes etapas del ciclo de vida espiritual. Por eso escogiste esa persona, así sea por un pequeño espacio de tiempo. Se trata de aprender, reconocer y trascender. Escucha uno a las parejas decir: encontré mi media naranja, la cuestión es cuál es su medida real para esa media naranja, un casco, la mitad del casco. Solo el tiempo y las anécdotas de vidas pasadas que se presentan muchas veces como un deja-vu hacen parte de ese pasado. 

El cordón de plata entonces es infinito en sus posibilidades de conectarse con las personas, pero el más firme de todas las relaciones en este plano están en madre – hijo, padre – hijo, la primera con mayor relevancia, porque la enseñanza mayor está en lo que se aprende en el vientre y se desarrolla en el tiempo que usted tenga que vivir. La segunda porque si su padre cumple un rol activo desde la espiritualidad puede lograr incluso superar desde lo astral su crecimiento espiritual. 

Me han hecho dos preguntas sobre el tema. La primera de ellas es si la mujer gestarte decide abortar que ocurre con ese laso? Desde mi experiencia se rompe el ciclo de encuentros entre unos y otros en mundos paralelos y vidas futuras. Recordemos que al decidir a dónde llegaremos le corresponde a ese ser de luz antes de la gestación, y lo hace de manera consciente porque determinó un nuevo inicio, una nueva oscilación del péndulo con otro punto diferente de vértice.

Ahora para la mujer, especialmente esta decisión desde lo espiritual trae nefastas consecuencias porque dependiendo del desarrollo de su vida presente pueden devolverla en estado consciente universal a su primera vida de iniciar nuevamente con el aprendizaje, es un borrón y cuenta nueva, repasando sin estado consciente de lo vivido en las anteriores llegadas a la tierra.

Clelia Rojas dice Cómo puede uno mantener ese contacto con nuestras madres fallecidas? No quiero sentir que sigue viva en mi... quiero aprender a  contactarme  con ella.  Se puede?







miércoles, 25 de abril de 2018

Perfil Oscar Viña Pardo

Descubriendo a Oscar Viña Pardo: Comunicador Social y CEO de Lunarvi SAS y presidente de la Fundación de la Mano tu y yo


Oscar Viña Pardo, reconocido comunicador social periodista y líder empresarial, ha dejado una profunda huella en el campo de la comunicación y la innovación en Colombia. Hijo de los fundadores de Lunarvi SAS, una empresa que ha prosperado durante más de cinco décadas bajo la dirección de su familia, Oscar ha llevado su legado a nuevas alturas.

Graduado de la Universidad Externado de Colombia con una licenciatura en Comunicación Social, Oscar también obtuvo una especialización en Administración de la Universidad de los Andes. Su búsqueda constante de conocimiento lo llevó a completar un diplomado en Alta Dirección de Empresas Exportadoras del sector Audiovisual en la Universidad Externado de Colombia en 2011, y más recientemente, en 2021, se especializó en gamificación a través de una academia privada.

La creatividad y la innovación son sellos distintivos de la carrera de Oscar Viña Pardo. Ha colaborado con equipos interdisciplinarios en la creación de varios proyectos significativos, entre ellos:

Piensa en Ti: Este proyecto se centra en fortalecer los derechos y deberes en salud sexual y reproductiva, con un enfoque especial en la prevención de embarazos a temprana edad.

123xmi: Dirigido a la primera infancia, este proyecto fortalece el vínculo entre padres, madres e hijos a través de talleres basados en la educación entretenida, revolucionando los patrones de crianza.

Contamos Contigo: Este proyecto se enfoca en la prevención del consumo de sustancias psicoactivas, como el alcohol y el tabaco, utilizando la realidad virtual y aplicaciones móviles, respaldado por la teoría del cambio y adaptado a las realidades culturales de diferentes regiones.

Además de sus proyectos innovadores, Oscar Viña Pardo es un entusiasta de los juegos de mesa y desarrolló "Batallando contra el virus 2020", un juego que promueve estilos de vida saludables y factores protectores contra el COVID-19. También ha trabajado en la prevención del matoneo escolar, promoción de la ciudadanía responsable y la seguridad vial.

En 2009, creó el juego "Multimillonario Lunarvi", una construcción de memoria histórica que promueve el turismo y la vida cotidiana en las regiones de Colombia, disponible en 13 países, 32 departamentos y 8 ciudades capitales del país.

Oscar Viña Pardo también ha incursionado en la literatura con su libro "Recuerda que Nada es personal", una obra sobre el autoperdón publicada por Editorial Lunarvi en 2023. Además, ha contribuido al campo de la salud con el proyecto "Entornos Saludables", que incluye 70 videos sobre temas de salud.

A lo largo de su carrera, Oscar ha trabajado tanto en el sector público como en el privado, y actualmente lidera Lunarvi SAS como CEO durante los últimos siete años. También se destaca como presidente de la Fundación de la Mano Tu y Yo y como director administrativo del portal de noticias "El Cronista.co".

Además, ha aportado al desarrollo comunitario como "Comunicador para el Desarrollo" en el proyecto "Rural Communities (Women Leaders in Particular) as Development Promoters in Areas Vulnerable to Violence Through Communication Strategies in the Peace Agreement Implementation", en colaboración con la Organización Internacional para las Migraciones y el Fondo Colombia en Paz.

Oscar Viña Pardo también ha compartido su conocimiento como profesor universitario en instituciones de educación superior como la Universidad del Tolima, la Universidad Nacional Abierta y a Distancia (UNAD), y en instituciones privadas como Santo Tomás, CUN e Ibagué, en convenio con la ANDI seccional Tolima. Su pasión por la comunicación y la innovación continúa siendo una fuente de inspiración en el campo educativo y empresarial.

Miembros fundadores de De la Mano Tu y Yo


A continuación los miembros fundadores de la Fundación Lunarvi hoy fundación de la Mano Tu y Yo.


Gloria Inés Pardo de González
Administradora de Empresas de la Universidad del Tolima, especialista en Proyectos de la Escuela de Negocio EAN. Su vida como empresaria data desde el año 1970 cuando funda en conjunto con Luis Narciso Viña la organización LUNARVI. Posteriormente emprende un nuevo negocio en conjunto con su madre llamado la Gloria y la Feria del Mueble, establecimiento que tuvo una vida de 20 años. Liquidadora de varias empresas del Estado, ordenes impartidas por la Superintendencia de Sociedades  y Solidaria. Murió en un trágico accidente de automóvil el 31 de octubre de 2016. 

Luis Arturo Viña Pardo
Administrador financiero, trabajo en diferentes colegios de la ciudad de Ibagué. Se destacó en el campo deportivo no solo como basquetbolista, sino como dirigente en diferentes ligas de la región. Falleció el 15 de diciembre de 2010 en el artefacto explosivo colocado por las FARC en la zona conocida como el Cañón del Combeima en la ciudad de Ibagué. 

Rafael Eduardo González Pardo 
Comunicador social periodista de la universidad Pontifica Javeriana de Bogotá. Magister en Territorio Conflicto y Cultura de la universidad del Tolima. Actualmente realiza el doctora en Comunicación con la Universidad del Norte en Barranquilla. Fue director del programa de Comunicación Social y Periodismo de la universidad del Tolima. Presidente de la Felefacs, entidad que aglutina todas las factultades de comunicación de Colombia. 


Manuel Darío González Pardo
Comunicador social periodista de la universidad Pontifica Javeriana de Bogotá. Magister en Redes Sociales. Actualmente dirige una organización de comunicaciones en Bogotá y trabaja con varias empresas como estratega en marketing social. Ha escrito varios libros al igual que Rafael Eduardo González Pardo, publicados en diferentes editoriales del país. 

Gloria Nathaly Viña Varón 
Abogada de la universidad de Ibagué, especialista en derecho Administrativo. Actualmente trabaja con el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar en el área de niñez e infancia, destacándose por su labor en ese campo. Incursionó además como empresaria.